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«Hasta ahora el sector turístico era comedido en sus inversiones digitales y se daba preferencia al trato humano» – computerworld.es

La crisis generada por la pandemia mundial del Covid-19 ha creado caos e incertidumbre en numerosos ámbitos de nuestro día a día, sin olvidar los grandes estragos que está generando sobre la economía y que están obligando a acelerar los procesos de desescalada y apertura de negocios locales y empresas.

Pero sin duda, una de los sectores que más se ha visto mermado (casi en su totalidad) como consecuencia de esta inesperada situación ha sido el TURISMO.

Una Venecia sin turistas en los canales, un Time Square vacío, cielos sin aviones, fronteras cerradas, más de un tercio de la población mundial confinada, mirando el mundo a través de la ventana o de la pantalla. Ahora los países anuncian tímidos planes de desescalada, la vuelta a una “nueva normalidad”, pero ¿qué sucederá con el turismo?, ¿cómo será viajar después de la pandemia? La incertidumbre económica y la falta aún de protocolos oficiales y consensuados con Europa lleva a las previsiones futuras a veces al territorio de la ciencia ficción.

En el caso de nuestro país, el daño que ha generado el Covid-19 sobre esta industria resulta monumental. Hasta la llegada de la crisis sanitaria, España era la segunda potencia turística mundial. Recibió 83,7 millones de visitantes extranjeros en 2019, sólo superado por Francia. Así que el turismo no es sólo ese invento amable que ayuda a cumplir los sueños de millones de personas, sino que su incidencia en la economía es real, tanto que en España representa un 12% del PIB y da empleo a 2,6 millones de personas (según datos del INE).

No obstante, el Turismo no se va a dejar dar por vencido. Ya son muchas las iniciativas que entre el Gobierno y las grandes corporaciones están llevando a cabo para “levantar” dicho sector e intentar regresar a una “nueva normalidad”.

Como es previsible, el uso de mascarillas, geles desinfectantes y controles de temperatura corporal serán procedimientos de obligado uso en prácticamente todos los establecimientos y recintos destinados al gran público, y hoteles y restaurantes no iban a ser menos.

Establecer pautas y procedimientos genéricos para las empresas turísticas resulta un paso fundamental en esta lucha, es por ello que el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) ha lanzado el denominado Sello de Seguridad Global que será otorgado a los destinos y empresas turísticas que adopten sus estándares para garantizar la higiene de establecimientos y proteger la salud de los viajeros – Blog El contagio positivo.

Además de los numerosos cambios físicos y estructurales que sufrirán en los meses venideros hoteles y restaurantes alrededor del mundo, no cabe duda que el denominado turismo de masas es un término que ya queda en el pasado para dar lugar a un turismo mucho más selectivo y reducido.

En este sentido, la digitalización del sector turístico resulta clave para garantizar su avance.

El uso de gafas de Realidad Virtual para sumergirte en otros destinos no es algo que se lleve haciendo dos días, pero su uso o proliferación si resultarán a gran escala tras la pandemia. Poder visitar un museo o el centro histórico de una ciudad con una visita guiada totalmente personalizada serán alguno de los aspectos que generará esta tecnología sobre el sector.

Por otra parte, como consecuencia de la pandemia, se requerirán cambios en los sistemas de gestión interna, adaptaciones operativas como los cambios de aforo y ajustes técnicos, por ejemplo, en los métodos de activación no-táctiles, podrían ser por voz o smartphones.

Actualmente el mercado ya cuenta con soluciones para el auto check-in y gestión integral de alojamientos turísticos y hoteles, e incluso, ya hay aplicaciones móviles que permiten los procesos de check-in y check-out sin pasar por recepción. También a través de sus teléfonos móviles, los huéspedes podrán tanto abrir la puerta o puertas necesarias como acceder a otros servicios, y que en estos momentos están viendo cómo se incrementa notablemente la demanda.

Pero no sólo el sector se verá modificado. El viajero en sí también ha cambiado en cuanto a sus necesidades y requisitos a la hora de viajar.

Ese nuevo turista buscará asimismo experiencias personalizadas de acuerdo a sus necesidades, características y preferencias (algo que facilitará el Big Data y la inteligencia artificial); elegirá nuevas actividades de ocio donde el contacto o la asistencia presencial no sean imprescindibles, gracia a la Realidad Virtual (VR) y Aumentada (AR) para “vivir” en remoto experiencias simuladas, interacción con museos, monumentos o espacios naturales a través de la tecnología.