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«Aunque no sabemos cómo será ese mundo tras la pandemia, tenemos herramientas para intentar predecirlo»


Estamos viviendo un momento sin precedentes. Estos últimos meses han marcado la trayectoria de nuestra historia hacia una nueva dirección. La pandemia ha supuesto un frenazo en seco del mundo tal como lo conocíamos y nuestra forma de convivir y relacionarnos será drásticamente distinta (o al menos en un principio) lo que hará que ciertos elementos de nuestra vida cotidiana cambien inevitablemente.

Intentar recuperar la normalidad será una de las prioridades globales una vez vencida, o cuanto menos controlada, la pandemia del coronavirus. No obstante, para hacerlo de la mejor forma posible, tendremos que tener en cuenta los muchos factores y las lecciones aprendidas durante esta crisis y siempre bajo la certeza de que el mundo que nos espera será muy distinto del que conocíamos.

Y aunque no sabemos cómo será ese mundo, tenemos herramientas para intentar predecirlo.

Son muchas las medidas adoptadas a corto plazo durante esta crisis que ya pasarán a formar parte de nuestro día a día. Es por ello que queremos mostraros una serie de “posibles predicciones”, publicadas por distintas fuentes entre ellas en el reciente informe “Restart: 10 Post Covid-19 Trends” o las citadas a continuación del portal web diffusionsport.com, en donde se identifican ciertas tendencias que podrían estar a punto de empezar a modelar este nuevo mundo.

 

VIGILANCIA BIOMÉTRICA 

Uno de los recursos que será más probable usado por los gobiernos es emplear la Vigilancia Biométrica, es decir, la monitorización de nuestros datos con el objetivo de evitar una posible segunda oleada de casos de infectados por COVID o cualquier otra enfermedad con posibilidad de convertirse en pandemia. Hoy, por primera vez en la historia humana, la tecnología hace posible vigilar a todo el mundo al mismo tiempo.

Los recursos más utilizados para prevenir la expansión de la pandemia han sido tales como el reconocimiento facial y el control de temperatura corporal capaces de determinar rápidamente quiénes son los posibles portadores del coronavirus, sino también de sus movimientos e identificar a quiénes entran en contacto con ellos.

Este sistema plantea una doble opinión. Se ha declarado la batalla en contra de nuestra privacidad en estos últimos años y la crisis del coronavirus podría ser el punto de inflexión en esta contienda.

Sin embargo esto no es nada nuevo. En los últimos años, los gobiernos y las empresas han recurrido a tecnologías cada vez más sofisticadas para rastrear, vigilar y manipular a las personas. Sin embargo, la epidemia podría marcar un importante hito en la historia de la vigilancia. No sólo porque cabe la posibilidad de que se normalice el despliegue de los instrumentos de vigilancia masiva en países que hasta ahora los habían rechazado, sino también porque supone una drástica transición de una vigilancia “epidérmica” a una vigilancia “hipodérmica”.

LOW COST CON VALORES Y ALARGORESCENCIA PROGRAMADA

Una de las tendencias que más está resonando con fuerza durante esta crisis es la modificación de los hábitos de consumo del público en general: la gente ahorrará más, lo que favorecerá la aparición de nuevos métodos de ahorro y productos financieros enfocados al medio y largo plazo.

Además de ahorrar, quizás la recesión nos obligue a ganar menos, lo que fomentará la vida low cost, pero sin perder los valores y la conciencia que los consumidores han alcanzado en los últimos años. Reducirá la capacidad de gasto, la gente poseerá cada vez menos cosas, pero querrá que duren más y que sean más respetuosas con la sociedad y el medio ambiente.

Será entonces turno de la Alargolescencia Programada; un terreno especialmente fértil para la industria y el gran consumo.

DIGITAL POR DEFECTO

El teletrabajo masivo ha llegado con fuerza para quedarse. Las relaciones en remoto, tanto laborales como comerciales, serán más habituales y se convertirán en una palanca para atraer talento.

Este cambio favorecerá la tendencia en auge de los nómadas digitales y de la España vaciada.

El consumo digital se disparará, las empresas y sus modelos operativos tendrán que adaptarse con automatización masiva y eliminación de la fricción de la tecnología, tanto en su componente física, mediante la robótica, como en su componente digital, mediante la Inteligencia Artificial (IA).

 

LA ECONOMÍA DE LA SOSTENIBILIDAD

La lucha contra el cambio climático debe seguir sobre la mesa y abordarse tras la pandemia. Frente a la supuesta “futura recesión económica” que se avecina, si las empresas no se adaptan a estos niveles de sostenibilidad pueden perderlo todo.

La sostenibilidad se convertirá en el nuevo gran pilar de los valores corporativos y personales.  Y lo hará desde todos sus ángulos, porque, para que algo sea sostenible, debe serlo a nivel económico, humano y medioambiental.

 

Está claro que la humanidad se enfrenta la que es, quizás, la mayor crisis de nuestra generación. Lo que sí está claro es que las decisiones que tomen los ciudadanos y los gobiernos en las próximas semanas moldearán el mundo durante los próximos años.

Sí, la tormenta pasará, la humanidad sobrevivirá…pero sin duda viviremos en un mundo diferente.

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